Image Image Image Image Image

TwitterFacebookLinkedin

Scroll to Top

To Top

Novela

Como me metí en este lío.

On 23, Sep 2014 | No Comments | In Novela, Otros formatos | By Héctor Carré

En el audiovisual empecé profesionalmente a los veinticinco años y desde entonces he trabajado en los equipos de producción y dirección, y luego como guionista.

Cuando empecé a dirigir me dijeron, en un par de ocasiones,  que rodaba muy bien, pero que necesitaba un guionista. Tenían razón, pero yo no era el único, porque el oficio de guionista estaba poco valorado y poco remunerado en nuestra industria. Por ese motivo, los mejores escritores, a diferencia de lo que ocurría en otros tiempos y otros lugares (pensemos en  Chandler por ejemplo) no se sentían particularmente atraídos por el oficio de guionista. Afortunadamente, las cosas comienzan a cambiar.

En cuanto a si el oficio vampiriza, sólo puedo hablar de mi experiencia. A mi me gusta mucho. Desde mis comienzos he estudiado mucho y he escrito mucho, pero no tengo sensación de sufrimiento al respecto. Todo lo contrario. Escribir me parece una tarea agradable y cómoda comparada con el trabajo en el decorado, aunque no por ello sea más fácil. Todo lo contrario. En el decorado se trabaja en equipo y es fácil apoyarse en el talento de los demás para mejorar tu obra. La escritura es un proceso más solitario y que precisa de tiempo y experiencia. Creo que se madura más tarde como escritor que como director, por ejemplo.

Curiosamente, en mi caso el camino hacia la literatura comenzó detrás de la cámara. Yo quería contar historias y en el cine, hay que empezar por el guión. Lo que ocurre es que, a veces, un buen guión no sirve de nada, porque no se encuentra el dinero para financiarlo, así que cuando ya llevaba tiempo escribiendo para la pantalla sentí la necesidad de escribir literatura. Si no lo había hecho antes fue por miedo. Asusta mucho la idea de escribir un libro. Parece que son necesarias demasiadas palabras para llenarlo. Pero como siempre había leído mucha literatura, seguramente más de mil novelas, cuando encontré el momento para ponerme a escribir literatura no dudé en hacerlo.

Siempre enfoqué la literatura desde un punto de vista profesional. Escribo con la intención de publicar y de recibir algún tipo de retribución. Creo que la literatura y el arte en general son como la medicina, la arquitectura o el derecho, demasiado serios para dejarlos en manos de aficionados.

Compagino el trabajo en función de las necesidades. A veces no escribo nada, cuando estoy rodando, pero si no, le dedico ocho o diez horas al día, como cualquier trabajador. Aunque a veces tengo que compaginar la parte creativa con las reuniones de trabajo, en bancos, en instituciones, etc.

Escribo de día y no me gusta beber ni fumar ni hacer nada más allá de tratar de expresar las cosas de la mejor manera posible. En realidad no me siento como alguien que escribe y hace otros trabajos. A mi me parecen distintos aspectos de un solo trabajo: Contar historias que nos describan y describan el mundo que nos ha tocado vivir.

No es lo mismo escribir novela que teatro o guiones de televisión, pero tampoco es lo mismo dirigir que trabajar en la organización de un rodaje como hacemos los ayudantes de dirección. Sin embargo, todo forma parte de un proceso que está dirigido al mismo fin; Contar la historia.

 

Este texto fue escrito para el semanal del Faro de Vigo.

Submit a Comment

Menú principal