El cine, como fundamental industria cultural de los siglos XX y XXI, evidencia la dimensión política del séptimo arte: sus películas, de un modo voluntario o fortuito, representan, acompañan o comentan la historia contemporánea.
El cine político pone en cuestión la realidad cotidiana, al revelarnos, desde su particular representación, aspectos ocultos o que se han vuelto invisibles por la costumbre. Nos muestra que la realidad a la que estamos habituados es una construcción y que, como tal, puede ser deconstruída y reconstruida.
Finalmente, como herramienta para la comprensión e interpretación de la historia, el cine político es especialmente útil en oscuros períodos históricos en los que, al entrecruzar arte, historia, identidad y compromiso, confronta a las políticas del olvido, reivindicando la Memoria.
A partir de estas reflexiones sucede este festival.
Buenos Aires – 25 al 31 de mayo – 2017
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